Tanto Mauro Cerqueira (Guimarães, 1982) como Julia Spínola (Madrid, 1979) tienen un discurso artístico armado sobre el cuerpo y la acción, sobre lo frágil y lo inconsciente. Trabajan con materiales reciclados (guantes, cuchillos, botellas) y el significado de las piezas varía según su colocación. Los dos jóvenes artistas protagonizan la última exposición de la galería Heinrich Ehrhardt (San Lorenzo, 11, hasta el 14 de mayo), comisariada por Pablo Flórez.
Mauro Cerqueira retoma aquí el tema de las Trepadeiras como motivo escultórico. Construidas con lamas de viejas persianas rescatadas de las calles, sus plantas trepadoras tienen varias versiones que se adaptan al estado de ánimo del espectador. Las mismas lamas pueden servir para una composición poética o crear un estado de peligro. Unos clavos en la parte posterior de las láminas son suficientes para crear esa sensación. "Mi obra es una escenificación", resume el artista, "donde los artefactos deben de ser activados por el espectador, así el público se convierte en testigo privilegiado de un accidente".
Los siete collages que Julia Spínola aporta a la exposición son auténticas esculturas sobre papel logradas a base de construir y deconstruir con diferentes texturas, incluida la lija. El resultado evoca fallas geológicas, movimientos telúricos que están en el origen mismo de la vida.
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